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La energía de lo vivo: Memoria de actividades 2024

La Fundación
24 julio 2025

En medio del ruido, las prisas y la incertidumbre que marcan el mundo actual, a veces cuesta ver señales de esperanza. Pero están ahí. Durante el pasado año 2024, desde la Fundación Daniel y Nina Carasso hemos acompañado historias que nos recuerdan que el cambio sí es posible. No siempre es visible a simple vista, pero brota en las manos que cultivan, en las palabras que unen, en las ideas que se comparten con generosidad. Esta memoria no es sólo un resumen de actividades, es una forma de decir que no somos islas, que existen muchas personas que siguen apostando por lo común, por el cuidado y por la imaginación como motores de transformación.

Esta memoria es mucho más que el repaso de las acciones de la Fundación en 2024: es el reflejo de un camino que hemos recorrido durante 15 años en Francia y durante 10 años en España. Durante este tiempo, hemos acompañado a muchas personas que creen en la fuerza de lo común para transformar el mundo. En estas páginas compartimos no solo los hitos, los esfuerzos y los logros del último año, sino también la historia de este viaje colectivo que nos ha permitido aprender, crecer y soñar en compañía. Hoy, al mirar atrás, sentimos gratitud por todo lo construido y renovamos la esperanza que nos impulsa a seguir imaginando y creando futuros más justos, solidarios y sostenibles.

Esta publicación recoge cómo en 2024, desde la Fundación en Francia y España, hemos entregado 242 subvenciones por un valor total de 13,7 millones de euros. Además, en este último año se ha cumplido una década desde que la Fundación Daniel y Nina Carasso llegó a España, diez años en los que se han aportado más de 40 millones de euros para mejorar el futuro, repartidos entre 624 subvenciones.

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En estos tiempos inciertos, aferrarse a lo común, al cuidado y a la imaginación compartida no es un gesto simbólico, sino algo profundamente transformador. Esa es la energía que nos mueve y nos une
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Lucía Casani, directora de la Fundación Daniel y Nina Carasso en España

Una alimentación sostenible precisa un enfoque holístico

Frente a los desafíos que atraviesan nuestros sistemas alimentarios, en 2024 hemos seguido apostando por una idea tan sencilla como poderosa: toda persona debería tener acceso a una alimentación saludable, justa y respetuosa con la tierra. Con 6,5 millones de euros, 2,9 solamente en España, destinados a apoyar proyectos de Alimentación Sostenible, hemos acompañado iniciativas que transforman el modo en que producimos, distribuimos y compartimos los alimentos. Desde huertas comunitarias hasta redes logísticas cooperativas, pasando por espacios de aprendizaje y distribución local, cada proyecto refleja una convicción común: otra manera de alimentarnos —más democrática, agroecológica y solidaria— no solo es posible, sino que ya está en marcha. Cuando se trata de alimentar el presente y el futuro, la mejor receta es la que se cocina entre muchas manos.

A lo largo de 2024, hemos seguido apostando con fuerza por una Alimentación Sostenible que ponga en el centro a las personas, el territorio y el cuidado del planeta. La segunda edición del encuentro unoconcinco, celebrada en Madrid, reunió a más de 200 asistentes y 40 expertos de sectores diversos para debatir sobre los retos y oportunidades del sistema alimentario. Fue un espacio fértil de intercambio, donde se compartieron ideas y propuestas concretas para acelerar la transición agroecológica. En la misma línea de generar conocimiento colectivo, nació la Comunidad SABE, una red impulsada por exbecarios del programa Daniel Carasso Fellowship que conecta la investigación con la acción social para transformar el sistema alimentario desde la evidencia científica.

Además, se han consolidado tres iniciativas fundamentales para fortalecer el tejido agroalimentario sostenible. El programa Sustentta, en colaboración con Red2Red y Agroa, ha acompañado a diversas cooperativas agroalimentarias en su proceso de transición, combinando asistencia técnica, encuentros presenciales y formación adaptada. Por otro lado, la Red de Espacios Test Agrarios (RETA) ha seguido creciendo, ofreciendo a nuevas generaciones de agricultores sin tierra ni experiencia previa la posibilidad de emprender con apoyo técnico, acceso temporal a infraestructuras y acompañamiento legal. Finalmente, ha nacido RITA, la Red de Impulso a la Pequeña Transformación Alimentaria, una alianza entre seis entidades que busca visibilizar, fortalecer y acompañar iniciativas de transformación artesanal y local. A través de visitas, formaciones y redes de apoyo mutuo, RITA ha comenzado a tejer un ecosistema más justo, accesible y viable para quienes transforman los alimentos a pequeña escala.

El arte ciudadano es una herramienta para entender el presente y construir el futuro

En un contexto marcado por la fragmentación, la incertidumbre y los grandes desafíos sociales y ecológicos, el arte se revela como un lenguaje esencial para volver a mirar el mundo con sensibilidad, sentido crítico y esperanza. En 2024, hemos reafirmado nuestro compromiso con el Arte Ciudadano destinando 6,2 millones de euros a apoyar proyectos en Francia y España —de los 2,6 millones han sido en en España— que hacen del arte un lugar de encuentro, de diálogo y de transformación colectiva. Detrás de cada iniciativa hay artistas, mediadoras culturales, colectivos y educadoras que, con sus propuestas, fortalecen los lazos sociales, defienden la diversidad y nos invitan a imaginar futuros más justos y habitables. Así, el Arte Ciudadano sigue demostrando que no sólo es una herramienta para comprender el presente, sino una fuerza viva para construir lo que está por venir.

A lo largo de 2024, el impulso al Arte Ciudadano se ha traducido en una intensa y diversa actividad orientada a reforzar el papel del arte como motor de cohesión social, pensamiento crítico y transformación colectiva. La red PLANEA, tras cinco años de trabajo integrando prácticas artísticas en la escuela pública, cierra su primer ciclo con resultados visibles y valiosos, y prepara su ampliación a tres nuevas comunidades autónomas. En paralelo, la tercera edición de la convocatoria Alianzas para una democracia cultural ha seleccionado siete iniciativas que exploran nuevas formas de mediación en territorios tan diversos como Cáceres, Barcelona o Cádiz, con un presupuesto total de 500.000 €. También ha destacado una nueva edición de NOTAR, que ha apostado por tres residencias más largas en las que arte, educación y activismo se han entrelazado para imaginar otras formas de mediación cultural, desde la cocina colectiva hasta el pensamiento hidrofeminista.

Además, proyectos estratégicos como Concomitentes han alcanzado reconocimiento nacional por su compromiso con la sostenibilidad y el entendimiento social. Este año, se han inaugurado nuevas obras como Legado Cuidado, Narrativas Solares o Aguas Vivas, y se ha puesto en marcha una nueva línea dirigida a jóvenes creadores con la iniciativa Os contos do leite en Lugo. Por su parte, la Red ACTS ha consolidado sus cuatro nodos territoriales, mientras programas como GRAPA y MAIA han seguido explorando el cruce entre arte, ciencia y ciudadanía desde espacios como el CCCB, Sónar+D o Canal Connect. Por último, la convocatoria Arte por venir ha tenido una gran respuesta con 1.195 propuestas presentadas, de las cuales se han seleccionado ocho proyectos que se desarrollarán en distintas regiones del país. Con una dotación de 170.000 €, esta iniciativa refuerza la apuesta por imaginar colectivamente futuros deseables desde el arte, la diversidad y el compromiso con lo social.

La inversión de impacto como un impulso hacia el futuro deseado

En este último año, hemos dado un paso decisivo en nuestra política de inversión de impacto, consolidando una estrategia que busca fortalecer iniciativas transformadoras en los ámbitos del Arte Ciudadano y la Alimentación Sostenible. La tercera edición del programa Tiina, en colaboración con la Fundación Ship2B, nos ha permitido conceder préstamos blandos por un total de 220.000 € a cinco proyectos con un marcado compromiso social: Del Pueblo, centrado en la recuperación de huertas y el empleo rural; Mum’s, que promueve la alimentación saludable en entornos laborales; B-Murals, que fomenta la participación ciudadana a través del arte urbano; Kultursistema, una herramienta digital para el fortalecimiento del sector cultural; y Meloom, plataforma musical enfocada en el bienestar accesible. Esta edición marca el cierre de una primera etapa de colaboración entre ambas fundaciones, en la que se han movilizado 600.000 €, y da paso a una nueva fase con una dotación ampliada de 500.000 € anuales y dos convocatorias por año, lo que supone un refuerzo estructural de esta línea de trabajo.

Además, el proyecto Infinito Delicias se ha consolidado como la apuesta más ambiciosa de la Fundación en el ámbito de la inversión de impacto. En previsión de la apertura de puertas a final del año 2025, Infinito Delicias, que ya cuenta con un equipo propio, ha comenzado su actividad on-line y con visitas de pequeños grupos de futuros colaboradores y vecinos interesados. El edificio albergará un auditorio y talleres, cocinas experimentales, huertos interiores, zonas de coworking y residencias para investigación artística y científica, todo ello orientado a ofrecer respuestas creativas y sostenibles a los retos ecológicos, culturales y sociales. Reconocido con el Holcim Award Gold (Europe 2023) como el edificio más sostenible del continente, Infinito Delicias se erige como un referente europeo en circularidad, inclusión y comunidad, anticipando una nueva forma de habitar y transformar la ciudad desde lo común.

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