El pasado 27 de octubre celebramos unoconcinco, los primeros encuentros de la alimentación sostenible en España que impulsamos desde la Fundación Daniel y Nina Carasso. El evento, que nace con carácter bienal, tuvo lugar en La Casa del Lector de Matadero Madrid con cerca de 600 asistentes (tanto de manera presencial como online) entre actores del sector y medios de comunicación. A través del diálogo y la puesta en común de experiencias, el evento buscaba tejer alianzas en torno a un mismo propósito: la transición hacia la alimentación sostenible.
A lo largo de la jornada los profesionales que participaron en las diferentes sesiones de unoconcinco reconocieron la complejidad y el carácter multidisciplinar de la alimentación sostenible. También pusieron de relieve que tenemos las herramientas y el conocimiento necesario para navegar y sortear las dificultades. Entre todos, se destacó la necesidad de limitar el incremento de la temperatura media global a 1,5 ºC y también la necesidad de construir alianzas.
El acto inaugural contó con la presencia de Alberto Garzón, Ministro de Consumo, que apuntó que ha llegado el momento “de hacer grandes cambios para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. En este sentido, aseguró que hay un “consenso generalizado en el ámbito científico pero no en el ámbito público, y es ahí donde tenemos que ser capaces de llevar las evidencias científicas para impulsar la transición hacia un consumo saludable”. A modo de conclusión, el Ministro de Consumo urgió a que “la alimentación como mercancía tiene que ser superada por la alimentación como derecho”. Y, para ello, es imprescindible apostar por dietas saludables, la producción responsable y la reducción del desperdicio alimentario.
Un mosaico de voces expertas hablaron con claridad sobre las evidencias, los retos y las soluciones que tenemos en nuestras manos para caminar hacia un sistema alimentario más justo y ecológico para las personas y el planeta. En este sentido, Isabelle Le Galo, directora para España de la Fundación, aseguró que “unoencinco nace para dar fe de que cada vez son más los conocimientos sistémicos que determinan que la alimentación está vinculada al cambio climático. Tenemos que comprometernos con la salud del planeta y de las personas y tenemos que avanzar con optimismo porque sabemos que la alimentación sostenible tiene la capacidad de cumplir con todos los ODS”.
Las mismas evidencias científicas que han mostrado que debemos actuar con celeridad también nos dan pistas sobre cómo podemos abordar algunos de estos retos. En España, según afirmó Purificación González Camacho, subdirectora general de Promoción de Alimentos de España, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, “nos estamos alejando del modelo de consumo de dieta mediterránea y debemos poner el foco en recuperar el valor de los alimentos que tenemos y a los productores detrás de aquello que consumimos”.
Las evidencias y los retos
La jornada estuvo dividida en tres grandes bloques dedicados a abordar los retos, las evidencias y las soluciones a través del diálogo. Partiendo de las evidencias Bartolomé Mercadal, director comercial de la Cooperativa del Camp de Menorca, y Carmen Pérez, presidenta de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, dieron inicio a unoconcinco avanzando que no solo se trata de pensar en los gases de efecto invernadero o en el uso del agua, sino también en el aumento de la despoblación de nuestros campos o en la necesidad de fijar a las personas a su territorio. Por supuesto, “es necesario que los consumidores tengan la opción saludable a un precio asequible y que, al mismo tiempo, el productor reciba un precio justo por su trabajo”, incidió Mercadal.
Estas primeras palabras de apertura dieron paso a las mesas redondas, compuestas en su mayoría por cinco ponentes y un moderador, y talleres donde se abordaron asuntos como el rol del sector alimentario como pilar para erigir una sociedad que ponga en el centro tanto a las personas como a los ecosistemas.
En un contexto como el actual de crisis sanitaria, económica y ahora también alimentaria acrecentada por una guerra en Ucrania que ha puesto sobre la mesa la inseguridad alimentaria, las políticas públicas son una palanca para promover el cambio. Precisamente, en Políticas públicas: hacia sistemas alimentarios sostenibles se dieron a conocer algunas medidas en favor de la sostenibilidad a nivel local, regional y estatal como las que impulsa el Ayuntamiento de Valencia, que decidió preservar la comarca de l’Horta con la defensa de la huerta de Valencia frente al crecimiento urbano, o Ecocomedores de Canarias.
Por supuesto, el relevo generacional, el Pacto Verde europeo o De la granja a la mesa fueron algunas de las estrategias que se pusieron sobre la mesa. No obstante, una de las medidas más inmediatas, en palabras de Celsa Peiteado, de Coalición por otra PAC, es “recuperar la naturaleza, proteger la calidad de los suelos y de las aguas, disminuir la contaminación e impulsar la agroecología para estar en armonía con la naturaleza”.
Bajo el paraguas de la pregunta ¿Qué rol tiene la alimentación en la transición ecológica y justa? se profundizó en cómo la alimentación sostenible se puede convertir en una herramienta para alcanzar y fomentar los ODS. Para dar visibilidad a la óptica de los ganaderos y ganaderas, Mikel Kormenzana, de la Asociación de Ganaderos y Ganaderas Bedarbide, aseguró que “la solución está en lo pequeño y cercano, en el producto local, pero se necesitan alianzas entre el sector productor y consumidor”.
Poca duda hay sobre el papel de la alimentación en la salud. En este contexto, es necesario conocer, como manifestó Rafael Escudero, Secretario de consumo y juego del Ministerio de Consumo, en Alimentación, un determinante de la salud de las personas y de los ecosistemas que en España existe un problema de salud pública que tiene que ver con la obesidad y el sobrepeso infantil. Para evitarlo, hay que educar y poner en valor las decisiones que tomamos como individuos: «Cómo comemos, dónde comemos o dónde compramos son decisiones que tienen un gran impacto», concluyó Enrico Frabetti de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas.
Fueron muchos los profesionales que hilaron sus voces para aportar ideas que nos ayuden a conseguir todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el acceso a la alimentación y producción sostenible, la erradicación del hambre o cómo hacer frente ante situaciones extremas como una pandemia.
Plantear soluciones
Tras un descanso para degustar el menú preparado por la Red Chef 2030, que tuvo lugar en La espina, espacio que también sirvió tanto para los descansos como para los cafés que se celebraron de manera paralela bajo el denominador de ‘Un café con…’ en los que diferentes profesionales del sector dieron a conocer sus experiencias. Poco después unoconcinco emprendió la recta final profundizando en las posibles soluciones basadas en experiencias en el ámbito de la digitalización, la inversión de impacto, la investigación y la innovación.
En este sentido, Jesús Barreiro participó en la mesa Investigación e innovación para guiar la transición alimentaria, donde puso de relieve que en el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea se centran en marcar la agenda política a largo plazo para anticiparse a los retos de dentro de cinco o diez años y Alicia Cardona compartió el trabajo que hacen desde el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales CREAF para ayudar a abordar los problemas de cada territorio con el objetivo de recuperar la calidad de los suelos y la biodiversidad. En la pérdida de biodiversidad, de hecho, no solo hemos perdido hábitats de vida salvaje sino también, como apuntó Raquel Ajates, galardonada con la Daniel Carasso Fellowship, un 80 % de semillas cultivables.
Sin embargo, ¿qué sabemos del estado de la inseguridad alimentaria en España? ¿Cómo medimos la situación de inaccesibilidad a los alimentos? En el diálogo Derecho a la alimentación y ODS Ana Moragues destacó que un estudio muestra una cruda realidad al estar lejos del hambre cero y el poder garantizar el derecho a la alimentación en España, y pone en valor la necesidad de desarrollar acciones efectivas.
Una de las medidas que pueden servir de palanca es la inversión de impacto, tal y como quedó patente en Inversión de impacto en alimentación sostenible, donde se dieron a conocer fondos de inversión como Quadia o Creas que demostraron que invertir en iniciativas con enfoque sistémico en el sector de la alimentación con alto impacto social es necesario. En nombre de Creas, Lara Viada aseguró que “en la inversión de impacto es clave la adicionalidad. Buscamos compañías que realmente sean capaces de transformar sus sectores, que busquen un cambio sistémico, aunque no tengan rentabilidad o su rentabilidad sea a largo plazo».
Talleres participativos
A lo largo del día se impartieron tres talleres participativos. El primero corrió a cargo de Zirriborroak y giró en torno a la digitalización. A través de una serie de dinámicas colectivas se dio pie a imaginar posibles escenarios futuros de la alimentación. El segundo tuvo como eje las cadenas de valor sostenibles y en él se compartieron visiones y experiencias de asociaciones como la Red de Espacios Test Agrarios, para quienes el reto es el del relevo generacional y la incorporación progresiva al sector, la Cooperativa Viver o VallaEcolid, cuya portavoz, Estefanía Díez, sostuvo que su reto es “conseguir un proyecto sólido y comprometido de productores, elaboradores y tiendas en Valladolid y en el territorio de Castilla y León».
El tercero puso el foco en los medios de comunicación para reflexionar sobre el papel de los medios para informar y sensibilizar a la ciudadanía en torno a la alimentación sostenible y el rol de los periodistas en un nuevo horizonte mediático de medios tradicionales, nuevos medios nativos digitales y redes sociales.
En definitiva, unoconcinco reunió una gran variedad de voces expertas que trabajan desde distintas perspectivas para tejer alianzas y trabajar de manera colaborativa. “Con este evento hemos querido construir una voluntad de cambio y urgencia para acelerar la transición”, recalcó Marie-Stéphane Maradeix, directora general de la Fundación Daniel y Nina Carasso. “Hoy, con unoconcinco hemos empezado el compromiso uniendo visiones y enfoques para construir sistemas más resilientes frente a las incertidumbres. Sin duda, unoconcinco será un espacio para el diálogo, el aprendizaje y la inspiración”.
Sin duda, nos llena de ilusión haber generado un espacio de diálogo en el que de manera conjunta nos enfrentaremos a los retos. Y lo haremos cada dos años acompañados de una gran diversidad de actores y profesionales del sector de la alimentación sostenible.
unoconcinco fue un evento único que resume todo nuestro empeño en construir una sociedad más ecológica, justa e inclusiva a través de la Alimentación Sostenible y el Arte Ciudadano. Este último, tuvo también, por supuesto, protagonismo en los encuentros con el artista Álex Peña, que partiendo de una máquina expendedora de segunda mano diseñó un máquina de vending con el propósito de poner en valor los alimentos sostenibles producidos en varios proyectos apoyados por la Fundación. También la música fue la protagonista de la clausura del evento con la mezcla de ritmos procedentes de distintas culturas de Antropoloops.