Ante el empeoramiento de la crisis climática, nos comprometemos a seguir ahondando en nuestra misión filantrópica mediante una política de inversión ambiciosa que contribuya a una sociedad más ecológica, inclusiva y que permita el desarrollo en plenitud. Consciente del papel estratégico que pueden desempeñar las fundaciones gracias a su capital paciente y a su conocimiento de las necesidades, la Fundación se ha organizado para dar apoyo a la creación y al desarrollo de modelos alternativos, en ocasiones incluso disruptivos, que sean coherentes con su visión y sus valores, pero también con el imperativo de una transformación urgente que cada vez más personas reclaman en todo el mundo.
La inversión se basa en dos parámetros históricos: el riesgo y el rendimiento, siendo este último el que solían privilegiar las fundaciones con vistas a preservar la sostenibilidad de su capital y, por tanto, de sus acciones. Sin embargo, desde hace varios años, existe un tercer parámetro «extrafinanciero» que completa la ecuación: el impacto de la inversión en cuestiones sociales y medioambientales e incluso de gobernanza. Este reto clave para el futuro de nuestro planeta nos hizo emprender y profundizar en esta nueva vía hace ya siete años. Esta tercera memoria de inversión ofrece un resumen del camino recorrido con los resultados y las aventuras empresariales en las que nos hemos embarcado. ¡Feliz lectura!
Inversiones y mecenazgo al servicio de la transformación
Nuestra política de inversión tiene en cuenta, por un lado, el afán de rentabilidad y, por otro, la búsqueda de una adecuación respecto a nuestra misión y nuestros valores. La Fundación interviene de manera responsable en los mercados financieros, comprometiéndose a la vez con estrategias de inversión socialmente responsable (ISR) y con inversiones de impacto.
Tomando como base su Código de Inversión y con su Comité Financiero marcando el rumbo, la Fundación siempre se ha decantado por un perfil «dinámico» que combina acciones, obligaciones y una gestión diversificada (bienes inmuebles, private equity, infraestructuras, etc.). Esta doble estrategia (coherencia/diversificación) nos ha permitido mantener el rumbo en tiempos difíciles (+8,56 % en 2021 y un rendimiento negativo pero amortizado en 2022). Asimismo, hemos acelerado nuestra estrategia de inversión de impacto con un objetivo de 75 millones de euros para 2023. En 2021, en el marco de nuestra línea de Alimentación Sostenible, hemos diseñado en colaboración con Quadia nuestra convocatoria Alimentar el futuro, por primera vez de forma híbrida, con la inversión como vía complementaria al mecenazgo.
La transición ecológica: un pilar clave de nuestra política de inversión
Ya en 2015, en el marco de la COP21, la Fundación pasó a la acción mediante la adopción de compromisos medioambientales en materia de inversión con, entre otras medidas, la descarbonización de su cartera mediante la firma del manifiesto DivestInvest.
Con la firma de sendos manifiestos de las Coaliciones francesa y española por el Clima, la Fundación integra aún más los retos de la lucha contra el cambio climático en su misión social, su funcionamiento y su política financiera. En este ámbito, intentamos no ceder en nuestro empeño por buscar oportunidades de inversión acordes a la nueva taxonomía europea, además de por mejorar el rendimiento del segmento «clima» en línea con los objetivos del Acuerdo de París.
El año 2021 también ha sido testigo de nuestro deseo de avanzar cada vez más rápido hacia una sociedad con bajas emisiones de carbono. Seguimos tirando de nuestro «hilo verde» en el conjunto de nuestra cartera, con 40 millones de euros invertidos, de los que 13,75 millones corresponden a 2021. Hemos realizado inversiones en un fondo de deuda privada destinado a financiar infraestructuras y tecnologías marítimas más respetuosas con el medio ambiente y en otro dedicado a la transición agraria y alimentaria. Además, hemos adquirido nuevas participaciones en tres fondos de impacto en los que ya estamos presentes.
La inversión de impacto: apoyar la creación de modelos alternativos
En la estrategia de inversión de impacto, la dificultad reside en la identificación de modelos que promuevan soluciones a favor de un mundo sostenible e inclusivo. En 2021, ya se han comprometido 46 millones de euros (el 9% del patrimonio de la Fundación). La Fundación invierte principalmente en fondos que apoyan a empresas en crecimiento, por lo general innovadoras, y en todos los casos rompedoras respecto a lo establecido. La Fundación apuesta por el cambio de escala de estos actores y por su capacidad para desplazar los límites. Con esta intención, identifica actores en temáticas vacantes o poco explotadas por los grandes inversores.
De este modo, en 2018 creamos junto a Quadia el fondo FDNC-SFS dedicado a la transición agrícola y alimentaria, que ya ha comprometido 7 millones de euros (+2 millones de euros en 2021) en 11 empresas audaces. Tal y como afirma Gaspard Verdier, presidente de Simandef: «La Fundación es un aliado potente y valioso a la hora de poner en marcha un proyecto y obtener reconocimiento y legitimidad. A pesar de que el desarrollo de estas empresas todavía frágiles pueda ser cuestionado por choques tanto internos como externos, su capacidad de innovación, siempre en el punto de mira y en ocasiones copiada, así como las sacudidas que provocan en las cadenas de valor validan este tipo de enfoque y apuntalan la necesidad de acompañarlas.»
El principal motivo de la Fundación es contribuir al objetivo de su «teoría del cambio» para la alimentación sostenible y el arte ciudadano, la relevancia del modelo o de la solución y su potencial cambio de escala. Lanzado en España, nuestro nuevo programa Tiina se centra, por ejemplo, en la fase inicial o de arranque con un apoyo financiero asociado a formaciones, alianzas estratégicas, red de mentores y herramientas de aceleración. Se lanzará próximamente un programa análogo en Francia.
Junto con expertos voluntarios de distintos fondos de impacto e incubadoras sociales, la Fundación ha estudiado más en detalle el sector de la inversión de impacto en España para comprender los principales desafíos e identificar el papel específico que podría desempeñar. Gracias a este proceso de reflexión colectiva, en 2021 establecimos una estrategia de tres a cinco años.
Por un lado, se trata de realizar inversiones concretas en estructuras sociales y fondos de impacto más allá del fondo FDNC-SFS ya existente. La Fundación apoyará proyectos en fase de lanzamiento en los ámbitos de la alimentación sostenible y el arte ciudadano a través de Tiina e invertirá en fondos de impacto multitemáticos, así como en fondos dedicados a la lucha contra el cambio climático.
Por otro lado, pretende inspirar y movilizar a otros actores del ecosistema español. La Fundación participará en procesos de investigación con el fin de contribuir al desarrollo del sector, así como en varias redes y eventos de referencia (tales como SpainNAB o Impact Forum). Dada nuestra doble función de fundación que otorga subvenciones y a la vez invierte, deseamos animar a los actores de la economía social y solidaria (ESS) a que consideren la inversión de impacto como una fuente de financiación y fomentar que los inversores sean más exigentes con la dimensión del impacto. Esta estrategia incluye el proyecto de cartografiar el arte ciudadano en el marco de la inversión de impacto.
Además, en España nace el17, la Casa de las Alianzas en Madrid, un proyecto inmobiliario de rehabilitación de un edificio en Madrid puesto en marcha en 2020 y que sigue su curso con su nombre definitivo que alude al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 17 de las Naciones Unidas: «Alianzas para lograr los objetivos». Compuesto por oficinas y talleres industriales y ubicado en el barrio de Delicias, será rehabilitado de forma sostenible para crear un espacio colaborativo abierto a su entorno.
Será un lugar de formación, de acompañamiento a los emprendedores sociales y a las asociaciones, de vida y de encuentro, y servirá para mostrar las soluciones de alimentación sostenible y arte ciudadano propuestas por la Fundación y sus colaboradores. Esta «casa de las alianzas» responde a nuestra voluntad de unir proyectos y de crear conexiones entre ellos para afrontar mejor los retos de nuestro planeta.