Un mercado de verduras de producción agroecológica

La Red de Municipios por la Agroecología: cómo diseñar sistemas alimentarios inclusivos y accesibles

Alimentación Sostenible
7 diciembre 2022

Para la Fundación Daniel y Nina Carasso es una alegría saber que la Red de Municipios por la Agroecología, iniciativa que acompañamos, ha obtenido el Premio Estrategia NAOS por ayudar a las administraciones a construir sistemas alimentarios sostenibles y seguros. Este galardón, concedido por el Ministerio de Consumo y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), reconoce el empeño de la Red en diseñar sistemas alimentarios resilientes y respetuosos con el medioambiente. Uno de los objetivos de la Red es que los sistemas alimentarios sean inclusivos, seguros y diversificados para asegurar comida saludable, sostenible y accesible al conjunto de la población y que potencien el empleo local, es decir, que cubran la totalidad de las dimensiones de la alimentación sostenible: social, ambiental, económica y de salud. Hablamos con los responsables de la Red sobre los retos que tienen para situar la agroecología en la agenda política y sobre su labor pedagógica para acercar su trabajo al público.

La Red de Municipios por la Agroecología surgió del proyecto Huertas LIFE Km0 entre 2013 y 2016 con vocación europea, aunque a partir de 2017 se fue imponiendo una dinámica centrada en España. A lo largo de estos años ha contado con el apoyo económico de la Fundación Daniel y Nina Carasso, del Ayuntamiento de Zaragoza y de la Fundación Entretantos. El III Encuentro del Pacto de Milán en València (2017) fue un hito importante para la consolidación de las políticas alimentarias en España y tras la constitución oficial de la Red en octubre de 2018 se decidieron los ejes fundamentales del trabajo para los siguientes años: salud y derecho a la alimentación, alimentación y cambio climático y políticas alimentarias, municipios rurales y despoblación.

La irrupción de la pandemia en los primeros compases del 2020 aceleró el trabajo sobre la emergencia climática y en octubre de ese año más de 20 municipios de la entidad  se comprometían con  la Declaración de Valladolid, ​​que recogía una propuestas de acción presentadas en el informe ‘Sistemas Alimentarios Locales Frente a Riesgos Globales, de la COVID19 a la Crisis Climática’. . A partir de entonces, la RMAe continuó el refuerzo de las políticas alimentarias municipales para la acción climática, liderando el proceso internacional del Reto de Barcelona por la Alimentación y el Clima lanzado en octubre de 2021 en el VII Foro del Pacto de Milán de Barcelona y que ha conseguido comprometer a más de 20 ciudades de todo el mundo a transformar los sistemas agroalimentarios locales para garantizar el acceso a dietas suficientes, sostenibles, saludables y nutritivas para todas las personas, evitando así la vulnerabilidad alimentaria y potenciando la justicia alimentaria y mitigando la urgencia climática.

La RMAe también ha promovido la Declaración de Glasgow sobre la Alimentación y el Clima presentada en la COP26 en 2021 y que propone la necesidad de involucrar a los gobiernos subnacionales en la mitigación y adaptación a la emergencia climática desde la construcción de sistemas alimentarios integrados . Actualmente ponemos la mirada en el VIII Foro Global del MUFPP (Rio de Janeiro, 17-19 octubre 2022) y la COP27 (Sharm El Sheikh, 6-18 de noviembre 2022).

Durante 2022, en  la Red se está incorporando el trabajo con municipios de pequeño y mediano tamaño para potenciar el desarrollo de las políticas alimentarias en este ámbito y ha participado en el proceso de “La Agenda 2030 en el diseño de los proyectos estratégicos industriales” en el apartado de Agroecología, junto a la idt UPM y la Secretaría del Estado 2030. 

La Red trata de contribuir a todos estos acuerdos y compromisos globales basándose en un trabajo de fortalecimiento de lo local aportando herramientas y espacios para ir materializando en el territorio buenas prácticas reales y tangibles.

Todo este empeño ha sido reconocido con el Premio Estrategia NAOS de Especial Reconocimiento 2021. Hablamos con los responsables de la Red sobre los retos que tienen para situar la agroecología en la agenda política y su labor pedagógica para acercar su trabajo al público.

Jorge Molero
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“El concepto de agroecología es complejo de transmitir y en nuestro país aún existe la percepción de que está polarizada hacia determinadas visiones políticas. La Red muestra lo contrario al formar parte de ella una gran representación de partidos, que trabajan de forma conjunta y emplean conceptos capaces de generar amplios consensos”
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Jorge Molero, Red de Municipios por la Agroecología

¿Quién forma parte de esta asociación y cuáles son los requisitos para formar parte de ella? 

La Red de Municipios por la Agroecología es una asociación que agrupa en la actualidad a 25 entidades locales del Estado español y colabora con otras 16. Desde un principio, el público objetivo de la Red han sido los cargos electos y el personal técnico municipal. Además, se cuenta con la colaboración de las organizaciones sociales de ámbito local implicadas en políticas alimentarias de los municipios de la Red y las entidades consultoras de las ciudades. Las entidades que forman parte de la entidad deben estar comprometidas con el derecho a la alimentación sostenible y saludable, tienen que trabajar en políticas alimentarias locales fundamentadas en los principios de la agroecología, así como contar con una visión holística y transformadora de los sistemas alimentarios. 

Además, es necesario que trabajen para integrar a todos los actores territoriales que promueven sistemas alimentarios locales y que fomenten la cooperación y el intercambio de conocimientos para la innovación en políticas alimentarias y en la mejora de la gobernanza.

La Red busca reforzar la capacidad de reflexión, acción e intercambio de aprendizajes. ¿Qué actividades pone en marcha la Red para conseguirlo? 

Aunque la mayoría de las actividades de la Red tienen en cuenta estas capacidades, los “Espacios de intercambio” suponen el grueso de esta actividad. El objetivo es contribuir al fortalecimiento de los procesos individuales y colectivos de las ciudades que forman parte de la Red y se concretan en unos itinerarios de intercambio, los grupos de trabajo y los espacios presenciales, diseñados todos ellos alrededor de tres ejes:  Gobernanza y Participación, Acompañamiento a iniciativas productivas agroecológicas y Logística y distribución. De este modo, desde el inicio se han habilitado espacios presenciales y online. Estos espacios están destinados, principalmente, al personal municipal y a las entidades sociales y económicas que acompañan a los gobiernos locales en la construcción e implementación de sus políticas alimentarias.

Los itinerarios son encuentros on-line casi mensuales para el intercambio de información, experiencias, recursos técnicos y la reflexión colectiva sobre herramientas específicas e innovadoras de las políticas alimentarias locales con enfoque agroecológico

Los grupos de trabajo, surgen para desarrollar una tarea concreta y en un periodo de tiempo determinado, si bien pueden derivar en comisiones de trabajo prolongadas en el tiempo. Están integrados por una entidad coordinadora y al menos otras dos organizaciones (ya sean entidades locales u organizaciones sociales), representantes de al menos dos entidades miembros. 

Por último, los seminarios presenciales y webinarios complementan la acción de la Red y se impulsan y organizan en colaboración con las entidades miembro o las entidades del Consejo de Organizaciones Sociales, reuniendo a diferentes actores en torno a las temáticas de interés prioritarias para el conjunto de la Red.

Miembros de la Red de Municipios

La agroecología aúna conceptos como la alimentación saludable y sostenible, las políticas alimentarias sostenibles o la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, parece que cuesta conseguir el reconocimiento de la agroecología como enfoque para definir propuestas que permitan lograr un sistema alimentario más sostenible. En este sentido, ¿cómo ha conseguido la Red incorporar este concepto al ámbito de las políticas públicas?

Desde la Fundación Entretantos, y gracias al apoyo de la Fundación Daniel y Nina Carasso, pudimos realizar el estudio “Estrategias de comunicación para facilitar los saltos de escala en Agroecología” que nos permitió entrevistar y realizar grupos de discusión con diversos actores de la cadena alimentaria “agroecológica” de algunas de las ciudades que forman parte de la Red, teniendo en cuenta uno de los principios de la agroecología, que es trabajar con una visión de sistema.  

Una de las principales conclusiones del estudio fue que el concepto de agroecología es complejo de transmitir debido a sus características intrínsecas (conjunto de prácticas, ciencia y movimiento-política) a pesar de que de que forme parte de nuestro léxico habitual. Si bien existe el consenso internacional de que la agroecología es la clave para la construcción de sistemas alimentarios sostenibles y saludables, en nuestro país aún existe la percepción de que sigue estando polarizado hacia determinadas visiones políticas. Sin embargo la Red muestra lo contrario al formar parte de ella consistorios de todos los colores políticos. 

Por otro lado, sabemos que a pesar de que estos conceptos se emplean asiduamente no significa que se entiendan en su globalidad. Forma parte de nuestra responsabilidad hacer pedagogía sobre ellos, especialmente a las personas que no están especializadas en este campo.  De esta forma y basándonos en los objetivos de la Red, troceamos las propuestas de la agroecología y los objetivos de la soberanía alimentaria, haciéndolas más comprensibles para la mayoría de las personas, asociándolas a términos como derecho a la alimentación saludable y sostenible, lucha contra la emergencia climático o protección de la biodiversidad, que son ampliamente conocidos y generan, además, un amplio consenso de la mayoría de las fuerzas políticas y los organismos nacionales, europeos e internacionales. La base de la Red es la unión y el trabajo colectivo y para ello tenemos que partir de propuestas y líneas de trabajo susceptibles de generar amplios consensos y motivación para el trabajo en común. 

En 2020 publicasteis el informe Sistemas alimentarios locales frente a riesgos globales, en el que se profundizaba en un tema de actualidad como es cómo actuar frente a crisis como la provocada por la Covid-19 o la emergencia climática. A raíz de este escrito, impulsásteis la Declaración de Valladolid. ¿En qué consiste esta declaración?

La virulencia de la pandemia y el momento histórico que hemos vivido ha hecho que se vinculase el cambio climático con otros riesgos globales, como pueden ser la zoonosis y la pérdida masiva de los ecosistemas naturales. De esta forma se vio necesario dar un salto cuantitativo al trabajo realizado por la Red y se lanzó la Declaración de Valladolid, una recopilación de compromisos que se aprobaron en el encuentro anual de la Red en 2020 a partir de las medidas propuesta en ese informe. Es una batería de 14 acciones articuladas en torno a 5 objetivos prioritarios para adaptar los sistemas agroalimentarios locales a los impactos de las emergencias globales y mitigar sus causas. A partir de su lanzamiento,  comenzamos a trabajar la posibilidad de realizar una incidencia a mayor escala en el Pacto de Milán por las Políticas Alimentarias Urbanas, la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios y por último la COP 26 de Glasgow.

Además, la Red ha impulsado una acción con la que se reducirá varias toneladas de C02 al año en la que participan varias ciudades españolas. ¿Cómo surge esta iniciativa y cuáles son las acciones principales que se van a realizar?

The Barcelona Challenge es una acción para impulsar y visibilizar las políticas en alimentación sostenible y saludable para la acción climática. Pretende generar un momento internacional que visibilice el nexo entre políticas alimentarias y emergencia climática, así como la necesidad de la colaboración de/con los municipios: posibilitando espacios de encuentro, intercambio y diálogo entre ciudades y posicionando a las redes de ciudades como actores esenciales en la esfera internacional. 

Los dos objetivos fundamentales que se proponen son la mitigación del cambio climático a través de la reducción de las emisiones de efecto invernadero de los sistemas alimentarios para limitar el calentamiento global y la adaptación de los sistemas alimentarios locales para que sean más resilientes a los fenómenos climáticos extremos. 

Obviamente, para poder alcanzar estos dos objetivos tan ambiciosos es necesario planificar una serie de acciones hasta el 2030, categorizadas en cinco grandes grupos: garantizar un contexto facilitador de una acción eficaz (gobernanza), dietas y nutrición sostenibles, integrando la Dieta de Salud Planetaria y el suministro de alimentos sostenibles, producir y procesar alimentos sostenibles, socialmente justos y equitativos a partir de una planificación y gestión territorial adecuada, relocalizar y reestructurar el suministro y distribución de alimentos, a partir de mercados mayoristas, municipales y venta directa y canales cortos de comercialización y reducir la merma y el desperdicio de alimentos hasta un 50% en base a 2015 y reutilizar y reciclar residuos alimentarios y otros relacionados con la alimentación. 

Imagen del evento de Rivas, ciudad ecológica

La pandemia, de hecho, agudizó algunos problemas como la inseguridad alimentaria y vimos cómo muchas familias acudían a las llamadas ‘colas del hambre’. ¿Cómo aborda esta situación la Red de Municipios para la Agroecología? 

Estos temas se estaban trabajando ya de alguna manera dentro del Derecho a la alimentación saludable y sostenible. Un ejemplo es el apoyo y la participación de la Red en la “Propuesta de un sistema de información sobre la inseguridad alimentaria en España” del Observatorio para la Garantía del Derecho a la Alimentación de la Comunidad de Madrid y Carta contra el Hambre.

En 2020 la irrupción de la covid-19 y la desigualdad en el acceso a la alimentación saludable y sostenible supuso una aceleración de ciertos trabajos de la Red, como el mapeo de  la enorme diversidad de acciones que se llevaron a caba durante el estado de alarma en comedores escolares, comedores sociales, bancos de alimentos, acceso a mercados de venta no sedentarios, reparto a domicilio, grupos de consumo, huertos comunitarios de autoconsumo y sociales. Además, pusimos en marcha la difusión del comunicado «La alimentación local, de calidad y sostenible: seguridad frente a los riesgos sanitarios globales, la Declaración de Valladolid y el Informe Sistemas Alimentarios Locales frente a riesgos globales.

Desde el Consejo de Organizaciones Sociales y el GT DASS se empezó a trabajar también sobre este tema, generando una dinámica de trabajo orientada a conocer más sobre las cuestiones de ayuda alimentaria y otras relacionadas, que desembocaron  en la organización de una serie de webinarios.

En la actualidad y desde el GT DASS, que es el que coordina estos temas,  estamos priorizando el trabajo en la implicación de actores clave del sistema alimentario (producción, elaboración, distribución) en el DASS, conociendo en qué situación está el sector productor agroecológico, despensas ciudadanas y bancos de alimentos alternativos, adaptación de los proyectos de garantía alimentaria (incluido los Bancos de Alimentos del territorio) para cumplir el DASS y superar el asistencialismo, iniciativas inspiradoras en municipios  e indicadores y evaluación de las iniciativas DASS en los ayuntamientos de la Red y el fomento de toma de datos para conocer la situación.

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De cara al futuro más inmediato, ¿cuáles son las próximas acciones en las que estáis trabajando?

Con la incorporación de nuevos miembros y el trabajo que están desarrollando los municipios, cada vez tenemos más propuestas por parte de nuestros miembros, por lo que en la Red tenemos planificadas un montón de acciones y proyectos para los próximos años. Pero aunque lentamente vamos creciendo, aún somos una red pequeña y todo dependerá de los recursos disponibles para ello.

En materia de proyectos, el futuro próximo está marcado por la continuación del Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima (financiado también por la Fundación Daniel y Nina Carasso), la iniciativa RURBACT-Ae para fortalecer el papel del sector productor agroecológico en las políticas alimentarias locales, el proyecto de investigación Liveseeding sobre mejora vegetal en los sistemas ecológicos de producción en Europa y el proyecto AESOP4FOOD para responder a la necesidad de una planificación urbana alimentaria sostenible mediante la creación de una actividad de aprendizaje europea interdisciplinar conjunta.

Continuaremos con nuestras acciones de incorporación de nuevas entidades, trabajo en red y con las diferentes administraciones públicas y seguiremos adelante con los premios a las mejores prácticas en política alimentaria local. Desde el punto de vista temático, además de seguir trabajando en emergencia climática y derecho a la alimentación saludable y sostenible, este año y el próximo estarán centrados en los pequeños municipios, las políticas alimentarias locales y la despoblación. Aunque las elecciones de 2023 pueden condicionar una parte del año que viene, aprovecharemos para lanzar buenas propuestas para que, independientemente de quien gobierne en los diferentes ayuntamientos, sigamos transformando el sistema alimentario desde lo local. 

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