Acerca Cultura, cómo mejorar la vida de las personas en situación de vulnerabilidad a través de la cultura

Al ver la cultura como un derecho universal, Acerca Cultura impulsa el cambio social y personal, promoviendo la diversidad y la inclusión en todas sus formas. Con éxito en Cataluña e Islas Baleares, y su expansión reciente a Madrid, el proyecto sirve como un modelo inspirador para iniciativas similares.

En la víspera de la nueva convocatoria de Alianzas para una democracia cultural, abierta hasta el 16 de mayo, conversamos con Cristina Arroyo, coordinadora de Acerca Cultura Madrid, para profundizar en cómo la diversidad es clave en su estrategia y los impactos generados hasta ahora.

¿Cómo conocisteis la convocatoria Alianzas para una democracia cultural y qué ha supuesto para vuestra entidad contar con la ayuda de la Fundación Daniel y Nina Carasso para traer esta iniciativa a la Comunidad de Madrid?

Conocíamos y seguíamos desde hace tiempo todo el trabajo de la Fundación, yo creo que cualquier profesional de la cultura conoce a la Fundación y sueña con poder contar con su apoyo. 

El mero hecho de redactar la convocatoria ya nos ayudó a estructurar el programa y su metodología, y a definir un calendario de actuación y unos hitos a lograr en el primer año. Pero, sin duda, ser seleccionados fue clave para el arranque del programa. No sólo contamos con los recursos económicos para comenzarlo, sino que arrancamos con la visión de cumplir unos objetivos y hacer eficientes los recursos disponibles, lo que nos permitió disponer de un año para hacer crecer la red de entidades colaboradoras y buscar más vías de financiación para hacer sostenible el programa.

Cuéntanos en qué punto estaba el proyecto Acerca Cultura Madrid antes de entrar a formar parte de Alianzas para una democracia cultural 2022. ¿Cuál era la relación preexistente entre los miembros de la alianza? ¿cómo enfocábais el proyecto? ¿se estaban desarrollando actividades previamente?

El lanzamiento de la convocatoria de Alianzas para una democracia cultural de 2022 coincidió con el momento en que estábamos arrancando Acerca Cultura Madrid, así que no lo dudamos ni un segundo cuando las vimos. El programa estaba en una fase de adaptación de la metodología y de presentación a entidades culturales y sociales que conocíamos previamente que quisieran formar parte de la red. Presentarnos a la convocatoria nos permitió darle estructura a lo que le estábamos ofreciendo a las entidades en cuanto a fechas y actividades y nos permitió crear una primera red de entidades culturales y sociales que se comprometían a participar en el programa en una primera fase piloto.

¿Cómo surgieron las alianzas con el Consorci de l’Auditori i l’Orquestra, la Fundación La Caixa, la Asociación Psiquiatría y Vida, la Federación Plena Inclusión Madrid y el Centro Dramático Nacional? ¿Qué aprendizajes habéis podido extraer de esta experiencia en colectivo?

El Consorci de l’Auditori i l’Orquestra es el propietario intelectual del programa Apropa Cultura y fueron ellos los que se pusieron en contacto con nosotras, Asociación Hazlo Accesible, para firmar un acuerdo por el cual nos cedían su metodología, tecnología y conocimientos para implementar el programa en la Comunidad de Madrid. La Fundación “la Caixa” llevaba años apostando por el programa en Cataluña y decidieron también apoyar el arranque del programa en Madrid. Con la Asociación Psiquiatría y Vida, Plena Inclusión Madrid y Centro Dramático Nacional ya teníamos contacto anterior por otros programas y proyectos, así que fuimos a contarles el programa para proponerles unirse a la red.

Cuéntanos más sobre por qué se vio la necesidad de escalar la iniciativa desde Cataluña e Islas Baleares a Madrid

Acerca Cultura es un programa que trabaja para garantizar los derechos de acceso y participación en cultura de las personas con discapacidad y personas en situación de vulnerabilidad. Es un programa transversal ya que defiende y trabaja por los derechos culturales de todas las personas y su metodología se puede implementar en cualquier territorio, para que beneficie a cualquier persona. En algunos foros y encuentros, algunas entidades culturales ubicadas en la Comunidad de Madrid habían mostrado su interés por el programa, así que en 2022 se decidió que era el momento de trasladarlo, puesto que en 2021 se había hecho el mismo recorrido en las Islas Baleares y la experiencia había sido muy satisfactoria.

¿Qué metodologías de mediación transformadoras estáis empleando para desarrollar el proyecto?

Nuestra metodología está en constante revisión, ya que, gracias al trabajo conjunto con los profesionales de las entidades sociales, ponemos en el centro a las personas y estamos en una escucha activa constante de que necesitan, que quieren y qué barreras se siguen encontrando a día de hoy para acceder y participar en la oferta cultural normalizada de su territorio. 

¿Qué tipo de acciones se han puesto en marcha en torno al proyecto y qué frutos han dado?

Contamos con una plataforma que nos permite realizar una mediación entre las entidades culturales que quieren ofrecer su oferta habitual a personas con discapacidad y personas en situación de vulnerabilidad, y las entidades sociales que trabajan con estas personas y que pueden ayudar a transmitir esta información de la oferta disponible y propiciar también su interés por disciplinas artísticas que quizás les generen menos curiosidad o de las que no hayan disfrutado nunca. Que la programación esté en esta plataforma permite que sean las propias personas las que deciden dónde y cuándo quieren ir, en función de sus intereses y gustos. 

Destacamos, en cada oferta, las medidas de accesibilidad físicas, sensoriales y cognitivas disponibles así como otros aspectos que pudieran ser críticos o sensibles para la personas que van a acudir, como la duración, los efectos lumínicos, el nivel de ruido o contenidos explícitos de sexo y violencia. Además, las entidades culturales de la red se comprometen a bloquear el 2% del aforo de sus funciones y actividades habituales para las personas a las se dirige el programa, y limitan el precio máximo a 3€.

También formamos a las profesionales de las entidades culturales en aspectos básicos de inclusión, cómo mejorar la interacción y comunicación con las personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad cuando acuden a sus espacios, y en las medidas de accesibilidad físicas, cognitivas y sensoriales que se pueden implementar.

Por último, también realizamos jornadas sobre buenas prácticas culturales en inclusión y accesibilidad, y sobre derechos culturales, que son abiertas y gratuitas para cualquier persona interesada.

¿Cuál dirías que ha sido el impacto que ha generado Acerca Cultura Madrid, durante los últimos dos años?

En el momento actual,  en Acerca Cultura Madrid contamos con una red conformada por 24 programadores y espacios culturales y por 235 entidades, centros y servicios sociales. Desde julio de 2022, más de 4.500 personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad han disfrutado de la oferta cultural habitual que ofrecen estos programadores y espacios, siendo en muchas ocasiones la primera vez que han tenido la oportunidad de disfrutar de una obra de teatro, de un espectáculo de danza o de participar en una visita comentada a un museo. 

Pero el programa también provoca un impacto sobre los profesionales que forman parte de la red, lo que les permite abordar la inclusión desde un punto de vista más estratégico y considerar a estas personas como públicos de pleno derecho, lo que influye en todas las áreas de la cadena de valor y de la experiencia cultural.

Para los profesionales de la acción social, este programa contribuye a lograr los fines de plena inclusión que todos persiguen, pero también a trabajar aspectos concretos en los programas y procesos de intervención que desarrollan con las personas.

Y, vinculado con lo anterior, falta mucha formación sobre diversidad, inclusión y accesibilidad universal en el sector cultural para que los profesionales de los centros de creación, difusión y exhibición cultural tengan en cuenta a todas las personas, con sus diferentes características y sus diferentes necesidades, para que puedan ser creadores y públicos de cultura de pleno derecho.

¿Qué aspectos crees que debería tener en cuenta una persona o entidad que se embarca en un proyecto de Alianzas para una democracia cultural? ¿Qué datos, claves o consejos crees ahora que te hubiesen resultado útiles al iniciar este recorrido, para transmitírselos a los nuevos proyectos?

La alianza debe ser el reflejo de un proyecto o programa compartido, donde todas las partes hayan participado en el diseño desde su experiencia y conocimiento en su ámbito de actuación y represente todas las voluntades y de respuesta a las necesidades de todas las partes interesadas. Por lo tanto, la alianza puede partir de un proyecto particular pero debe permitir la flexibilidad para que se convierta en una iniciativa que todas las partes puedan sentir y defender como suya. En cuanto alguien sienta que no participa en las toma de decisiones y/o que no se están teniendo en cuenta sus necesidades, se irá descolgando de la alianza y esto afectará al resto. 

También hay que tener en cuenta que habrá perfiles más creativos, más operativos o más ejecutivos. Necesariamente habrá un perfil de coordinación que es tan necesario como el perfil creativo para que el proyecto funcione, y esta persona deberá asumir que parte de su trabajo será coordinar todas las voluntades para que los objetivos se cumplan y establecer una comunicación continuada con todas las partes implicadas para se alcance los hitos comprometidos.

¿Un mensaje inspirador para aquellas iniciativas que están pensando en presentarse a la nueva convocatoria de Alianzas por una democracia cultural?

Presentarse a la convocatoria es la mejor manera de replantear un proyecto cultural desde una perspectiva mucho más amplia y transversal que la individual, lo que enriquece el proyecto y permite estructurarlo teniendo en cuenta vértices que hasta ahora no se habían contemplado. 

El mundo en el que vivimos es muy complejo, los retos a los que nos enfrentamos no suelen tener una única solución y en la intersección de arte, cultura y ciudadanía hay muchos proyectos pequeños y atomizados destinados a implementar las mismas soluciones para un grupo pequeño de personas, lo que impide muchas veces crecer y sostenerse en el tiempo. Los proyectos creados en alianza tienen más capacidad de ser sostenibles porque pueden afrontar retos sociales que necesitan del conocimiento técnico de distintas áreas, lo cual implica la participación de distintos actores, además de que cuentan con la ventaja de compartir recursos y economizar esfuerzos.