Raquel Ajates. Foto: Javier Echanove

Las semillas y su potencial en la alimentación sostenible: Raquel Ajates, Daniel Carasso Fellow 2021

Alimentación Sostenible
17 febrero 2023

La primera edición de la Daniel Carasso Fellowship galardonó a Raquel Ajates por su extraordinaria trayectoria científica y un proyecto de investigación enfocado en el estudio de las semillas, que está desarrollando en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Este programa forma parte de los primeros pasos de una aventura que la Fundación Daniel y Nina Carasso empezó en diciembre de 2020 tras varios años convocando el Premio Daniel Carasso. El programa, que ha abierto ya su segunda convocatoria, consiste en dos ayudas postdoctorales a la investigación en alimentación sostenible en España y tiene como objetivo apoyar a investigadoras e investigadores comprometidos con la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles, justos y respetuosos con las personas y los ecosistemas.

La Daniel Carasso Fellowship tiene como requisito que los investigadores sean nominados por otros investigadores. En este caso, Raquel Ajates fue nominada a través de Carmen Lozano-Cabedo, investigadora del Departamento de Sociología (Estructura Social) de la UNED, para impulsar el proyecto El reto de la digitalización de semillas: sostenibilidad, big data y el movimiento social por sistemas de semillas de código abierto. Gracias a la concesión de la ayuda Ajates regresó a España tras varios años desarrollando su labor investigadora en Reino Unido, donde colaboró en dos proyectos de ciencia ciudadana y sostenibilidad de la Comisión Europea dentro del programa Horizon 2020, llamados WeObserve y GROW Observatory, ambos con un fuerte elemento transdisciplinar, así como en un proyecto multi-institucional de innovación, IFSTAL, que ha ofrecido a cientos de estudiantes de máster y doctorado en Inglaterra la oportunidad de aprender a investigar sobre la alimentación y la agricultura más allá de sus propias disciplinas, aplicando un enfoque sistémico . 

Con motivo de la apertura de la segunda edición de la Daniel Carasso Fellowship hablamos con Raquel Ajates, investigadora que en la primera edición resultó seleccionada junto con Daniel Gaitán, sobre lo que ha supuesto ser galardonada y los avances realizados en el proyecto desde su concesión. 

¿En qué consiste tu proyecto de investigación “El reto de la digitalización de semillas: sostenibilidad, big data y el movimiento social por sistemas de semillas de código abierto” con el que fuiste seleccionada en la primera convocatoria de la Daniel Carasso Fellowship?

Mi proyecto mapea y analiza el panorama de los sistemas de semillas desde una perspectiva integrada, investigando las dimensiones socioeconómicas, medioambientales y políticas con una lente internacional y con foco en el contexto español. Estoy explorando cómo se gobiernan, comparten y protegen las semillas cultivadas para identificar las posibilidades de maximizar su contribución a la biodiversidad, la justicia social y la sostenibilidad del sistema alimentario, así como mecanismos para reducir la co-opción de prácticas alternativas regenerativas.

El objetivo es investigar cómo los principios del procomún y los movimientos de código abierto digital pueden ayudar a frenar la privatización de semillas y beneficiar su diversidad, explorando nuevos modelos de gobernanza dentro del marco legal actual, y también posibles marcos futuros. El proyecto utiliza una combinación de metodologías, incluyendo estrategias de participación y comisiones artísticas para involucrar a una amplia gama de tipos de conocimientos, expertos y audiencias para conseguir mayor impacto.

¿Por qué las semillas son uno de los ámbitos más desconocidos o más olvidados dentro de las políticas alimentarias?

Durante décadas, las semillas han sido, y siguen siendo, uno de los aspectos menos visibles y hablados del sistema alimentario. A pesar del renovado interés por canales cortos de comercialización y por la creciente motivación de las personas consumidoras para conocer de dónde viene lo que comen, es difícil averiguar el tipo de semilla usada en el cultivo de los alimentos que compramos. Incluso en mercados de productores o visitando las zonas de cultivo directamente, las conversaciones suelen quedarse al nivel de métodos de cultivo y de distribución, por ejemplo: método ecológico, biodinámico, permacultura, Sistemas Participativos de Garantía, etc., sin llegar a entrar en la capa tan profunda y temprana del proceso de producción como son las semillas. Raramente sale a relucir de dónde proceden, si son híbridas o de polinización abierta, de cosecha propia, variedades tradicionales, importadas, etc.

Hace falta dar más visibilidad a la importancia de las semillas como elemento clave para lograr sistemas alimentarios sostenibles y saludables. Más allá de ello, estos núcleos de vida están estrechamente relacionados con muchos otros problemas de los modelos de producción dominantes de los que la sociedad en general es más consciente, entre ellos la pérdida tan grave de diversidad en variedades en los campos y en nuestros platos, la reducida resiliencia al cambio climático de la agricultura industrial, la creciente concentración de poder en cada eslabón del ciclo del sistema alimentario  y los modelos de gobernanza inadecuados, así como la fuerte pérdida de conocimientos y prácticas culturales relacionadas con el cultivo de variedades locales que han desaparecido o están en peligro.

España tiene uno de los niveles más altos de biodiversidad y diversidad cultivada en Europa. Además, en España hay organizaciones, redes e iniciativas, como Red de Semillas, que llevan muchos años trabajando para conservar y mejorar la biodiversidad agrícola y los derechos de las personas productoras a cultivar y guardar sus propias semillas. Es primordial apoyar y visibilizar estas iniciativas para que amplifiquen su alcance y su potencial para generar cambios positivos tanto a nivel local como nacional y europeo.

Uno de los objetivos de la Daniel Carasso Fellowship es la generación de conocimiento multidisciplinar en torno a la alimentación sostenible, integrando profesionales de diferentes disciplinas a los procesos de investigación. ¿Cómo se ha concretado en el desarrollo de tu proyecto de investigación en los últimos años?

El sistema alimentario es culpable y víctima a la vez de una tormenta perfecta de crisis de salud pública, justicia social y emergencia climática. Estas crisis interrelacionadas requieren una visión transdisciplinar para lograr cambios verdaderamente transformadores y equitativos. Mi investigación siempre se ha enmarcado en la encrucijada de estos retos globales desde una lente transdisciplinar. Mi formación y experiencia de investigación tienen sus raíces en el Centre for Food Policy (City, University of London), centro reconocido a nivel internacional desde los años 90 por ser el primero del mundo en investigar dinámicas de gobernanza, producción y consumo de alimentos de manera sistémica, siendo pionero en su perspectiva de políticas alimentarias integradas que tienen en cuenta aspectos medioambientales, sociales y de salud pública.

Mi experiencia posterior en proyectos Europeos de Horizonte 2020 de ciencia ciudadana altamente transdisciplinares también me permitió colaborar con una amplia variedad de disciplinas, desde edafólogos, académicas del diseño, científicas espaciales, sociólogos, agrónomos, etc, al igual que con personas profesionales de organizaciones de sociedad civil y con decisores de políticas públicas. 

Por tanto, la Daniel Carasso Fellowship me ha permitido continuar fomentando esa lente transdisciplinar en España al ser parte de la esencia y los objetivos de la convocatoria. Mi proyecto incorpora las perspectivas no sólo de diferentes disciplinas académicas, si no que pone en valor el conocimiento de profesionales trabajando en redes de sociedad civil, personas productoras y artistas. Por ejemplo, he llevado a cabo entrevistas con personas agricultoras, conservadoras de variedades tradicionales, abogadas, agrónomas, ecólogas, expertas en derecho internacional, etc. El proyecto incluye también el desarrollo de tres comisariados artísticos – un banco de semillas portable, una obra sobre semillas físicas y una obra usando la secuencia genética digitalizada de semillas- en colaboración con la  Fundación Daniel y Nina Carasso, UNED50, el Museu de la Vida Rural y la Red Planea. 

Daniel Carasso Fellowship 2021 - créditos Javier Echanove (183)
Raquel Ajates. Foto: Javier Echanove

¿Qué ha supuesto para ti haber sido galardonada con la Daniel Carasso Fellowship? ¿Cómo has evolucionado desde que empezó tu proyecto?

Estoy a un poco más de la mitad del proyecto, que comenzó en noviembre de 2021. Para mí, la Daniel Carasso Fellowship ha sido el eslabón perfecto para apoyar mi transición del sistema académico británico al español y poder contar con el apoyo para llevar a cabo una propuesta transdisciplinar en un área de investigación en la que la mayor parte de los proyectos siguen llevándose a cabo en silos disciplinarios. 

La Daniel Carasso Fellowship me ha brindado estupendas oportunidades para desarrollar mi trayectoria de investigación, desde acceso a la extensa red de expertas en alimentación y arte ciudadano de la Fundación, a mi participación  en la Comisión Organizadora y como ponente en unoconcinco -las primeras jornadas transdisciplinarias de alimentación saludable y sostenible en España- y mi participación en el Grupo Motor Alimentación Sostenible –un grupo transdisciplinar y multiactor- como asesora en el proceso de diseño de la sede de la Fundación Carasso en Madrid, un espacio cultural y de investigación fundamentado en los principios de la economía social y solidaria a través del cual la Fundación creará un espacio multi-red para impulsar sus líneas de acción social y ambiental. 

¿Qué ha aportado tu incorporación al departamento al que te has unido?

Mi incorporación ha aportado una nueva dimensión a la investigación sobre sistemas alimentarios más justos, saludables y sostenibles del departamento de Sociología de la UNED. Han surgido también colaboraciones tanto en tareas docentes en programas relacionados con mis líneas de trabajo y en paneles de conferencia conjuntos, por ejemplo, en el IX Congreso Internacional de Agroecología celebrado en enero 2023 en Sevilla y organizado por el Laboratorio de Historia de los Agroecosistemas de la Universidad Pablo de Olavide y el think tank Alimentta. El Departamento de Sociología de la UNED es un equipo muy profesional, amable y no podría haber pedido una mejor acogida. Estoy muy agradecida por todo su apoyo y buen ambiente. 

Danos tres razones por las que animar a la comunidad científica a participar en este programa con sus proyectos de investigación.

Podría dar muchas más de tres razones. A nivel personal, el equipo de la Fundación es fantástico, altamente experto en sus áreas, abierto a ideas y sugerencias, con gran pericia y una consistente actitud de escucha y mejora. Sentirse acompañada por un equipo así es una razón con mucho peso. 

A nivel académico, la Daniel Carasso Fellowship es una de las pocas ayudas postdoctorales de investigación en España en la que la persona seleccionada pasa a ser investigadora principal de su propio proyecto en vez de unirse a los proyectos de otros equipos. El enfoque transdisciplinar de la convocatoria ayuda tanto a las personas que, como yo, ya aplicábamos esa perspectiva, como a aquellas que quieren experimentarla por primera vez. 

Además, las oportunidades de la Fellowship continuarán después de los dos años ya que estamos en proceso de crear la Red de Daniel Carasso Fellows. A nivel logístico, la Daniel Carasso Fellowship ofrece un generoso presupuesto tanto salarial como para gastos de investigación y amplias conexiones y sinergias con la robusta red de contactos de la Fundación. Es una oportunidad única para conocer, colaborar y contribuir al esfuerzo que se está llevando a cabo desde muchas organizaciones y colectivos en España para pavimentar la transición hacia sistemas alimentarios más justos, saludables y sostenibles.

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Datos clave de la convocatoria

  • Convocatoria para nominaciones abierta hasta el 10 de marzo de 2023.
  • Dos ayudas dotadas con 160.000 € cada una para la contratación y apoyo a las actividades de investigación. 
  • Destinada a investigadores e investigadoras de cualquier disciplina científica y nacionalidad, con experiencia postdoctoral de 2 a 7 años 
  • Los candidatos/as deben ser nominados/as por parte de un investigador consolidado de una universidad o centro de investigación en España, público o privado sin ánimo de lucro.